Empezamos una serie de artículos hoy en la que explicamos qué es un contenedor Docker, para qué sirve, cómo lo usaremos y por qué vamos a trabajar con él.
El contenedor Docker es una tecnología que nos permite empaquetar y desplegar las aplicaciones que desarrollemos de una forma eficaz, rápida, eficiente y segura. ¿Cómo lo hace posible? Vamos a verlo.
Las aplicaciones que desarrollamos normalmente necesitan bibliotecas y dependencias que no siempre nos llevamos de un servidor a otro. Docker empaqueta aplicación, dependencias y bibliotecas, para poder llevarnos todo de un servidor a otro. Gracias a Docker, ya no oiremos más «en mi local funciona» mientras vemos que en producción la aplicación no va.
Por otra parte, con contenedores de Docker utilizamos menos recursos porque no nos llevamos el sistema operativo completo, sólo lo necesario para la aplicación desarrollada, por lo que es más eficiente que una VM. Eso sí, debemos tener en cuenta que cada VM emula el hardware que necesita, cosa que no pueden hacer los contenedores Docker. Tenemos que tener en cuenta esta característica, ya que los contenedores sólo proporcionan un entorno de ejecución correcto para la aplicación. Por otra parte, como un contenedor no lleva todo el sistema operativo consigo, podemos tener varios contenedores en un mismo servidor, y además, ¡compartiendo todas mismo kernel!.
Por lo tanto, los contenedores están aislados, aunque comparten sistema operativo, kernel, y si corresponden, los mismos binarios y bibliotecas.
Y aquí dejamos la primera píldora sobre contenedores Docker. En unos días, más.